domingo, 11 de mayo de 2008

Crónica de PEPE MONTERO del recital de CARMEN RUIZ











Fotos de Ana, Almudena Y Carmen




Aquí están, Ana Muñoz, con la boquilla del clarinete, ajustada delicadamente a su boca para poner mayor profundidad, si cabía, a la voz de Carmen Ruíz, y Almudena Vidorreta, ésta última, alérgica a la piel del melocotón, aunque lo pele con cuidado y éste se muestre mordisqueado entre la risa de una misteriosa Míriam. Carmen, pedía que la folláramos con los ojos antes de que se haga vieja, respirando, una, dos, tres veces.
Yo, simplemente esperaba un cruce de piernas a lo Sharon Stone, para ver si llevaba o no llevaba. Había que ver sus movimientos de cadera, para colonizar el taburete, mientras manejaba perfectamente el trémulo de su voz, acariciante, sexy y perturbador, soltando; "en el precioso instante en que mi sujetador caiga al suelo y tu mano se demore en mi entrepierna y la mía se despoje de pudores..."
Se me escapó Chistian Peribáñez con las manos atrás, resguardado inmediatamente en la mesita, entre el resplandor de las sombras de las dos colosas, muy golosas ellas.
"Qué queréis de mí", decía Octavio Gómez Milián, "ahora que los muertos vuelven a caminar sobre la tierra", "qué queréis de mí, soy demasiado mayor para críos", con Luís Cebrián a la guitarra, Elena Ruíz Fleta, cajón, JV Margot cajón, y el clarinete de Ana.
"¡Aleluya!, ¡aleluya!, aleluya!", predicaba Octavio, un poema de su próximo libro que se llamará La Ciudad de Mármol, "aleluya, a un dios cabroncete, aleluya, hermanos, me hablaron de tu cuerpo, conocí el temblor del espinazo de aquél a quién pisan su tumba, ¡aleluya!, aleluya, hermanos, a un diós burlón sonriendo allá arriba mientras vienen a por vuestro vino y vuestras mujeres, ¡aleluuuuya, aleluuuya, aleluuuya!".
Aleluya, aleluya, a Doberka, que me invitó a un chupito y me fui sin darle las gracias, Aleluya, hermana, pero hacía una caló de mil demonios allí abajo y se me diluyó el encanto y la educación, y la cortesía, y la buena conducta, en una hoguera de sudor.




Pepe Montero

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