jueves, 24 de abril de 2008

Crónicas del recital...

Manuel Martínez Forega

Poesía en la Campana de los Perdidos: 23.04.08. 00,01 AM


El Pontifex Maximus me dice: "Hágase la crónica"; y la hago (cualquiera discute al Pontifex). No como "Foreguita", sino como Forégano, porque no todo el monte lo es. Y como no todo el monte lo es, he de decir que hubo de todo (hasta un virgo que se fue a hacer hostias con dios en la campiña), y eso es lo bueno de estas fiestas de órdago en las que acudimos embebidos de textos y luego se nos rajan los papeles. Un ameno Cocodrile polimorfo (lo tocaban todo), animó la reunión con su música suave y delicada que introducían con lectura de textos alusivos a experiencias personales, como en una especie de exégesis argumental de cada uno de los temas. Música hábil y, sobre todo, elegante para despachar a los oídos en sus intervalos. Entre esa música dulce se colaban (o al revés) los versos más amorosos y sensuales del Pontifex Sarría y sus zarpazos, o los boleristas y tanguistas de Lasala, a los que aderezó con una visita al despacho del director para darle una sorpresa mayúscula (esa que quisiéramos todos que nos dieran). Subió también Vilas a la palestra para darnos ejemplo de crítica social y humana, tan indirecta que era directísima; tan tangente que fue secante y su baño en la Barceloneta no necesitó de toalla alguna. También se bañó la Vidaurreta en un sutil erotismo entre sales y placeres de arenas, en un urgente desliz recordatorio que anhelaba la piel del otro antes que su músculo, y la sal de Ortiz Albero caía hecha lágrimas sólidas en las pupilas de todos y nos restregábamos los ojos ante lo indecible. Porque hubo esta vez muchos mares y cielos reverberantes de luz, como en el Corinto de Luisa Miñana, y hasta un volcán siciliano que lava (ba) las palabra de Marta Navarro. ¿Y el Montero? ¡Coño, Pepe!: debes escribir más, regalarnos con tu ironía casi porno y hacer así del polvo una transmigración de la carne, que no del alma: levítanos otra vez, Pepe; descifranos el cachondeo y la suave penetración hasta el fondo de los significantes que significan con la inteligencia que lo hiciste anoche. Para conocer buena parte de la hondura ontológica de la mujer, hay que leer y escuchar a Ana Muñoz, quien volvió a sobrecogernos con sus putas brujas y sus prostitutas domésticas, y a echar sobre sus camas toda la basura que nadie recoge y por la que pasamos indiferentes como por sobre las cagadas de perro en las aceras. (¡Qué será del hombre sin aceras y sin pufs!) Y el Taja, rico opositor a filólogo, nos endilgó una breve tesis sobre gasolineras para meternos un chute de 98 OC que alivió nuestra sed de velocidad, pero que nos puso el motor suave, suave; y sonaba bien, muy bien con el inyector de sus palabas. Otra sentimentalidad es posible, claro que lo es, y esa nos la trajo Emilio Pedro Gómez, colofonista esta vez de la fiesta para decirnos quién es y qué hace. Quién es, lo sabemos muchos hace mucho; qué hace, sabemos que lo hace con excelencia. Y permitidme esta vez que mi fantasma se revele. Leí versos sobre labios, versos que quieren besar y no encuentran a quién: me he apuntado desde hace unos meses al decadentismo.
Bene vobis!

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Que distinto se escribe en Zaragoza


¡Ay, que placer..tan dulce regalado!
Jesús , que loca soy, quien lo creyera
que con un hombre yo..siendo cristiana
más...que ...de puro gusto...¡ay...alma mía!

Comentaron, anoche ,que la víspera del día del libro , se instauraba para el golferio de la poesía
y si bien no había tradición de alargar la sesión hasta las tantas , a partir de este año ,cada velada sería más larga
..."q alguno tenga q abrir la caseta de empalmada"

Juntar gente, probar combinaciones nuevas ,escuchar ,aproximar...disfrutar. Te salió bien Fernando Sarría.
Gracias por invitarme
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La noche golfa de la poesía

El pasado día 23 de abril, Día del Libro, a las cero horas en punto dio comienzo La Noche Golfa de la Poesía en La Campana de los Perdidos. Las jóvenes integrantes de la muy prometedora banda Mrs. Crocodrile, a cargo de quienes estuvo la parte musical de este encuentro poético, dijeron al terminar que había sido una noche mágica.
Durante más de dos horas quince poetas zaragozanos intercambiaron sobre el pequeño escenario de La Campana de los Perdidos palabras, intenciones, además de los estupendos gin-tonics que prepara Rodicio. De verdad que hubo temas y formas para todos los gustos y en registros muy diversos. Como hubo un ir y venir de diferentes generaciones compartiendo el impulso de este movimiento que alguien –Martínez Forega- ya ha acuñado como la “movida poética zaragozana”. Pasaron por delante del micrófono: Fernando Sarría, Marta Navarro, Pepe Montero, Isabel Izquierdo, Nacho Escuín, Almudena Vidaorreta, Manuel Vilas, Magdalena Lasala, Luisa Miñana, Ana Muñoz, Fernando Aínsa, Miguel Angel Ortiz Albero, Manuel Martínez Forega, Nacho Tajahuerce y Emilio Pedro Gómez. Hubo de todo: poemas publicados, poemas inéditos, amorosos, eróticos, de humor, sociales, ontológicos, incluso metalingüísticos.

1 comentario:

Maribel Sánchez dijo...

Esto..... me espero a las fotos que con una crónica asi poco más se puede decir.

Besos

(leñes que sensación más rara tengo, parece envidia y nada pero que nada sana)